Tras la pista de las letras.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en ,

Sin comentarios

.
Por lo general iniciamos una lectura y a lo largo de ella nos vamos topando con imágenes, esta vez sugiero antes de leer el resto, visualizar.


Lo que encontramos son 5 muestras de caligrafía, correspondientes a un lapso de tiempo que va de 1911 a 1929, cuatro de ellas 100% confirmado que pertenecen a Aurelio Escobar Castellanos. Durante las estadías de A. Escobar en los Estados Unidos, usa la lengua inglesa para rotular sus trabajos, por lo cual no es de extrañar ver uno de los ejemplos escrito en inglés.

¿En cuál de las 5 está la duda?

Al pasar del tiempo nuestra escritura va cambiando, los estados de ánimo, el instrumento de escritura, el medio sobre el cual escribimos, son algunas de las variables en su alteración. Sin embargo se preservan ciertas características que nos ayudan a darle identidad, a pesar de existir cientos o miles de personas que pueden usar una caligrafía similar.

A veces escribimos con tanta particularidad, que las posibilidades de encontrar otra escritura similar se reduce enormemente. Hay ocasiones donde los gremios, como los médicos o los arquitectos desarrollan formas de escritura con identidad grupal.

La fotografía de donde proviene la caligrafía con incertidumbre, es la única de las cinco sin firma; una está firmada; “A. Escobar Foto”, dos “H. J. Gutiérrez Foto”, una más “Foto Paris”, datos que corroboran la relación directa con Aurelio Escobar.

Muchas veces al tratar de acreditar la autoría de una imagen nos encontramos con un grado de incertidumbre, con el cual debemos convivir de forma permanente, o por lo menos hasta la aparición de nuevas evidencias para reducirla, o eliminarla.

Este es uno de esos casos, la caligrafía da un parentesco, pero no una certidumbre del 100%, y el acontecimiento retratado es el motivo de la incertidumbre, hasta el momento la imagen es anónima. Presentemos el origen de la especulación.

De una manera intencional hicimos notar que A. Escobar, trabajó en los Estados Unidos y utilizó la lengua inglesa, para direccionar la atención hacia la caligrafía y no hacia el contenido del texto.

“Permanent headquarters of Mexican bandits in Hidalgo Co.”

Al reverso de la tarjeta postal se lee:

Oct 9.16
“Here a picture of a grave yard where no graves are dug and the birds can have their pickings”


¿A qué acontecimiento se están refiriendo?

La llamada Revolución Mexicana, fue un proceso histórico que llamó mucho la atención más allá del Río Grande, las consecuencias directas de un conflicto armado desarrollándose sobre la frontera, y los influjos políticos ejercidos sobre la población de origen mexicano, atraían la mirada del gobierno Norteamericano.

En especial la frontera con el estado de Texas, con una población abundante de descendientes de mexicanos y de familias interrelacionadas a los dos lados de la línea divisoria, fueron un campo fértil para encontrar simpatizantes para la Revolución, pero también individuos receptivos a las ideas políticas.

De esta forma a principios del año de 1915 se conoció un manifiesto: “Plan de San Diego”, supuestamente firmado el 5 de enero en el poblado de San Diego, Texas, en realidad tenía su cuna en la cárcel de Monterrey, Nuevo León, en él se hacía un llamamiento para la formación del “Ejército Liberador de las Razas y del Pueblo”, movimiento de influencia Magonista.

El llamamiento inicial programado para el 20 de febrero, no produjo ningún resultado, dándole una falsa tranquilidad al gobierno Norteamericano, catalogándolo como otro caso de la retórica revolucionaria. Sentimiento que se vio resquebrajado en julio de 1915, cuando una serie de ataques guerrilleros empezaron a tomar forma en “lower Rio Grande valley”, capitaneados por dos adherentes de Venustiano Carranza residentes en Texas, Aniceto Pizaña y Luis De la Rosa.

El gobierno Norteamericano se negó a reconocer el movimiento revolucionario como tal, catalogándolos como “bandits”, o como remanentes del recién desaparecido ejército del gobierno Huertista, más tarde se les llamó: “sediciosos”, en realidad fueron pequeños grupos de Texano-mexicanos, con el apoyo de Carranza; con la clara intención de manipular el movimiento a favor del reconocimiento de su gobierno por parte de los Estados Unidos. En los meses siguientes hasta octubre de ese mismo año, cuando los Estados Unidos reconocen de “facto” al gobierno de Carranza, existirá la “Revolución bajo el plan de San Diego”, para luego decrecer dramáticamente y desaparecer.

De julio de 1915 a julio de 1916, se registran alrededor de 30 ataques en Texas, con la muerte de 21 Angloamericanos, y pérdidas económicas de millones de dólares; las muerte de Mexicanos o Texano-mexicanos se calculan para algunos entre 200 y 300, otros llevan las cifras a cantidades escalofriantes, de lo cual podemos estar seguros es de una espiral de violencia de carácter racial que iba a perdurar por muchos años.

En este contexto se realizó la fotografía, en el libro de Robert Marshall Utley: “Lone star lawmen: the second century of the Texas Rangers”, encontramos un párrafo bastante descriptivo:

“Army scout John Peavy told of an incident in late September near Ebenezer, in Hidalgo County, Driving up the river road, he and his commander came on about ten Mexicans hanginging from limbs beside the road. Judge Wells, passing several weeks later, counted eleven badly decomposed bodies that had been dragged into the brush. He recalled that each had been shot in the forehead. Peavy dates this deed September 28, 1915.”

Pregunta: ¿Aurelio Escobar Castellanos estuvo en los Estados Unidos entre el segundo semestre de 1915 y el primero de 1916?

Respuesta: sí

En el manifiesto de partida para los extranjeros rumbo a los Estados Unidos, Nº 3053, con fecha del 9 de septiembre de 1918, ciudad de México, Aurelio Escobar asienta haber residido en esas fechas en Columbia, South Carolina. En Texas, vivía su medio hermano Ventura C. Escobar, casado con una norteamericana.

Es pertinente mencionar la historia de otro fotógrafo, Robert Runyon.

Él llego a Brownsville, Texas en 1909, inicialmente trabajando como vendedor de sándwiches, frutas y dulces, etc., en el St. Louis, Brownsville, and Mexico Railway entre Houston y Brownsville, después de un par de meses se le ofreció la oportunidad de administrar el lunchroom, el local de curiosidades y periódicos, en la estación de ferrocarril, posteriormente, 1910, abre un estudio fotográfico y emprende el negocio de la venta de tarjetas postales. Sus fotografías documentarán la vida e historia del “Lower Rio Grande Valley”, y del noreste de México.

Durante el verano y otoño de 1913, su atención se centró en los acontecimientos político militares de México. El 3 de junio, el General Lucio Blanco y su fuerzas constitucionalistas capturaron Matamoros, ciudad gemela de Brownsville en México. El día siguiente Runyon cruzó la frontera para fotografiar todo cuanto veía, posteriormente estuvo presente en la entrega de tierras en los Borregos, agosto, y continuó acompañando a las tropas de Blanco hasta Ciudad Victoria. Unos mese después regresó para fotografiar los eventos revolucionarios en Monterrey.

Robert Runyon, postal, descarrilamiento del ferrocarril en Olmitos, Texas, 1915.

En Texas, fotografió dos acontecimientos relacionados con la llamada “Bandit war” (Plan de San Diego). En agosto 15 el ataque al rancho de las Norias, y el 10 de octubre el descarrilamiento del ferrocarril en Olmito. De acuerdo a Joe Ideker and Kendall Curlee, Runyon fue el único fotógrafo profesional que fotografío dos ataques. La presencia de Runyon podría tener una razón muy particular…

La “Bandit war”, ocasionó un conflicto de índole racial, sin dejar lugar a la neutralidad, muchas familias mexicanas o texano-mexicanas avecindadas e en el sur de Texas, migraron a México, o a zonas más norteñas del estado huyendo de la violencia desmedida, lo mismo podemos decir de la población angloamericana. Runyon estaba entre los dos bandos y seguramente se vio en la necesidad de definirse.

4 de julio de 1913, para Runyon una fecha más que importante, se casó con Amelia Leonor Medrano, miembro de una de las familias más prominentes de Matamoros, México. Como si fuera poco su cuñado José C. Medrano, formaba parte de la fuerzas del General Blanco, y por medio de él obtuvo los permisos para acompañarlos en campaña en Ciudad Victoria y la toma de Monterrey.

Permiso otorgado a R. Runyon para abordar el ferrocaril, 1914. Dolph Briscoe Center for American History, RUN00226.

Al parecer, después del ataque del 15 de agosto, los Rangers vieron una buena oportunidad para mandar un mensaje a los “Sediciosos” y carrancistas, en México y los Estados Unidos, a la mañana siguiente vía ferrocarril llegó Robert Runyon. En una de las tomas aparece el Capitán Fox, el Ranger Tom Tate y un hombre no identificado, atados con reatas desde sus caballos, los cuerpos de dos rebeldes por los pies, un tercero por el cuello, y el cuarto a un lado. Runyon de vuelta en Brownsville la distribuiría ampliamente como postal, con el rótulo: “Bandits killed at Norias”. La imagen también circulo en varios diarios, enfureciendo a la comunidad mexicana a ambos lados de la frontera y fortaleciendo el movimiento revolucionario del Plan de San Diego, al mismo tiempo se obscurecía profundamente entre algunos sectores la reputación de los Rangers.

Las voces críticas buscaron una explicación, en la investigación realizada en febrero de 1919, el testimonio de Gordon Hill minimizaba las imágenes como simples instantáneas, “snapshots”, donde los Rangers supuestamente jalaban los cuerpos para su entierro. Sin dejar claro por qué no se uso un carro, la ayuda de los trabajadores del rancho, o la más humana actitud de colocar los cuerpos sobre los caballos.

Una de las pruebas en contra, argumentado la escenificación, es la existencia de 6 tomas, con actitudes y ángulos de visión diferentes, más otra cantidad de fotografías de los cuerpos y Rangers. En palabras de Robert Marshall Utley:

Robert Runyon, postal, fotografía tomada después del ataque a Las Norias, 1915.

“So the pictures that so damaged the Ranger image was no mere snapshot. Whether to imply a victory in which they took no part, or project their power to rebellious Mexicans, or reassure Anglos they were winning the “bandit war”, the Rangers readily cooperated as Runyon arranged multiple compositions of the same scene. It achieved all three purposes.”

El ataque comenzó a las 8.30 pm. del día 15, y los defensores por medio del teléfono pidieron ayuda a Brownsville y Kingsville, la cual llegó más tarde de dos direcciones de Brownsville y Edinburg, cuando todo había terminado. Pero los Ranges en vez de iniciar una persecución cuando los rebeldes aun se encontraban en la cercanía, prefirieron esperar hasta el otro día, sabían que Robert Runyon venía en camino…

Y no podemos pensar en la casualidad, cuando a un fotógrafo con filiación carrancista, con el agravante de ser angloamericano casado con una mexicana, se le encomendara tan poco edificante misión.

Los acontecimientos revolucionarios en Texas, conocidos como “bandit war”, es de los menos documentados fotográficamente, y que podríamos pensar sobre la suerte de un fotógrafo mexicano, viviendo en los Estados Unidos con familia en Bronwsville, sí hubiera tenido la osadía de fotografiar las atrocidades de los Rangers y firmar su trabajo…